El activista tunecino de derechos humanos y presidente de la Asociación para la Justicia y Rehabilitación, Karim Abdessalem, habla el mismo día en que cientos de personas salen a las calles de la cuidad de Túnez para protestar contra las dificultades económicas y la lentitud de las reformas políticas desde la Primavera Árabe, hace diez largos años.

El día anterior, las autoridades detuvieron a más de 600 personas en manifestaciones, disturbios y enfrentamientos entre manifestantes y la policía.

Es un recordatorio del tipo de trabajo al que Abdessalem se ha comprometido durante años, “para evitar que otros tengan el mismo destino que yo.”

“Esa experiencia forma parte de mi pasado, mi presente y mi futuro”, dice.

Karim Abdessalem during a demonstration in Tunis.” – we know it is watermarked but we don’t have any other options, so let’s use it.

Abdessalem fue detenido a los 17 años por participar en manifestaciones y disturbios contra el régimen del Presidente Zine el-Abidine Ben Ali a principios de la década de 1990. Pocos años antes, Ben Ali había tomado el control mediante un golpe de Estado incruento contra el presidente Habib Bourguiba, un nacionalista laico que había sido declarado médicamente incapaz de continuar después de 30 años en su cargo. Tras un breve experimento con políticas más liberales, Ben Ali reprimió a sus oponentes políticxs, atacando a la prensa, la sociedad civil y los partidos islamistas.

Abdessalem finalmente permaneció detenido durante 13 años. Reflexionando ahora sobre esa época, dice “todo mi activismo y mi lucha se han inspirado y desencadenado por esa experiencia personal.”

En enero de 2011, Ben Ali fue derrocado mediante el primer levantamiento popular que se conoció como la Primavera Árabe.

La organización de Abdessalem, la Asociación para la Justicia y Rehabilitación, fue uno de los primeros grupos nuevos que surgieron del despertar democrático que siguió a la salida de Ben Ali. Afirma que la organización pretende hacer una “lectura crítica de la realidad tunecina” dando voz a las víctimas, documentando las violaciones de derechos y creando una plataforma para la justicia transicional en el país.

Karim interviniendo en una conferencia en Túnez

Su trabajo está guiado por una firme creencia en procesos de justicia y rendición de cuentas liderados por las víctimas, pero también por la necesidad de poner las voces de las víctimas y lxs sobrevivientes en primera línea de la conversación sobre las violaciones de los derechos humanos.

Abdessalem fue una pieza clave en las primeras conversaciones que condujeron a la formación de INOVAS, tras conocer al activista nepalí por los derechos de las víctimas Ram Kumar Bhandari al margen de una conferencia a la que ambos fueron invitados en 2014. Los dos se hicieron rápidamente amigos y siguieron en contacto después. “Hablamos de cómo hubo muchos casos [in the past] en los que los procesos de justicia y rendición de cuentas no condujeron a que las víctimas obtuvieran sus derechos; estuvimos de acuerdo en que estos casos no dieron resultados porque no fueron liderados por las propias víctimas, y por eso empezamos a pensar en esta idea de una red.”

Abdessalem considera que INOVAS es un “punto de inflexión para la causa de las víctimas de graves y serias violaciones de derechos humanos”, y una forma de que las víctimas y lxs sobrevivientes se articulen directamente con una voz unida.

“Es una forma de que las víctimas hagan oír su voz y su memoria en todos los foros internacionales”.

“Se trata realmente de reunir a todas estas víctimas porque cuando se unan, su voz será más fuerte y tendrán más influencia”.