Estamos consternados por la falta de consideración y la pérdida de vidas civiles en Palestina e Israel, como resultado de la escalada de hostilidades que comenzó el 7 de octubre entre las fuerzas armadas israelíes y Hamás, y otros grupos palestinos. Desde entonces, la brutal represalia de Israel en la Franja de Gaza y Cisjordania, y las declaraciones deshumanizantes de funcionarios israelíes, indican que la respuesta israelí está cada vez más motivada por la venganza y el deseo de infligir un castigo colectivo de una manera que podría equivaler a un genocidio del pueblo palestino.
INOVAS condena enérgicamente los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad perpetrados en Israel y Palestina, y hace un llamado a todas las partes involucradas y a la comunidad internacional a trabajar para poner fin inmediatamente a las hostilidades, con el fin de proteger a todos los civiles. Además, es responsabilidad de los organismos de la ONU y de los estados miembros, tomar medidas para investigar los crímenes actuales, responsabilizar a todas las partes por las violaciones del derecho internacional y garantizar que se protejan los derechos a la justicia y la rendición de cuentas de las víctimas y supervivientes.
Contexto: violencia sin precedentes
Las hostilidades más recientes comenzaron el 7 de octubre cuando Hamás lanzó un ataque sin precedentes desde la Franja de Gaza hacia el sur de Israel, lo que resultó en devastadoras bajas de civiles y la captura de alrededor de 200 rehenes. En represalia, Israel lanzó una campaña brutal de bombardeos en Gaza, apuntando a la infraestructura civil y a las zonas residenciales. Dos días después, se impuso un cerco completo en Gaza, cortando por completo el acceso de los ciudadanos a suministros vitales. El atroz bombardeo del Hospital al-Ahli el 17 de octubre, que causó la muerte de cientos de personas, subraya aún más los inmensos riesgos que enfrentan los civiles en la franja. Hasta el momento, miles han perdido la vida, incluyendo cientos de mujeres y niños, mientras que hasta un millón de palestinos se han visto obligados a huir de sus hogares. Las amenazas continuas de Israel de una invasión terrestre total en Gaza y el asedio continuo, constituyen actos de castigo colectivo, ilegales según el derecho internacional. Los ataques sin precedentes contra civiles, la retórica de los funcionarios israelíes y los intentos de desplazar a millones de palestinos fuera de Gaza, sugieren que los ataques israelíes en curso se están llevando a cabo de una manera que podría constituir genocidio.
De estándares dobles a soluciones duraderas
Las respuestas de la comunidad internacional se han caracterizado por la aplicación de estándares dobles que hacen poco por poner fin a la violencia, y mucho menos por abordar sus causas fundamentales. Las declaraciones recientes de líderes políticos europeos y estadounidenses expresando un apoyo incondicional al supuesto ‘derecho de Israel a defenderse’, contrastan fuertemente con sus respuestas ante la lucha de Ucrania contra la ocupación e invasión rusa. Las iniciativas de la Unión Europea y los Estados miembros para detener la financiación humanitaria a los palestinos, también muestran un desprecio crucial hacia las causas del conflicto.
Claramente, el horrendo ataque de Hamás no tuvo lugar en el vacío. Las hostilidades en curso se producen en el contexto de la prolongada y beligerante ocupación israelí de territorio palestino, la construcción incesante de asentamientos y la transferencia de poblaciones colonas a Cisjordania, así como el bloqueo de 16 años de la Franja de Gaza, que ha convertido a Gaza en una prisión al aire libre donde los residentes enfrentan severas restricciones a su libertad de movimiento y limitaciones sistemáticas en el acceso a alimentos, medicinas y electricidad, gran parte de los cuales están bajo control israelí. La ocupación israelí del territorio palestino es inaceptable e insostenible, y cualquier intento de poner fin a las hostilidades actuales debe implicar la completa desmantelación de la ocupación y el régimen de apartheid impuesto a los palestinos. Hasta que eso suceda, como ocupante, Israel tiene la obligación, según el derecho internacional, de proteger a la población palestina y respetar los derechos humanos de los palestinos.
Además, la comunidad internacional debe cambiar de respuestas de seguridad a corto plazo y en su lugar promover políticas duraderas que realmente trabajen hacia una paz positiva, que respete la justicia y la rendición de cuentas, así como el derecho de autodeterminación de los palestinos. Los Estados, los organismos de la ONU y otros actores internacionales pueden hacerlo mediante:
- Llamando a un fin inmediato de las hostilidadesy deteniendo cualquier plan israelí de una invasión terrestre de la Franja de Gaza, la cual podría constituir un genocidio y tendría impactos catastróficos y duraderos para los 2,3 millones de civiles dentro del enclave.
- Buscandoconceptos de seguridad centrados en el ser humanoen lugar de aquellos solo definidos por enfoques de lucha contra el terrorismo,reconociendo que los conceptos de “libertad de la necesidad” y “libertad del miedo” se experimentan de manera radicalmente diferente por israelíes y palestinos.
- Abordando de manera integral las necesidades humanitarias en Gaza:primero, permitiendo que la ayuda humanitaria llegue a los civiles y luego, trabajando para levantar el asedio israelí de 16 años en el enclave sitiado.
- Aplicando imparcialmente el derecho humano internacional y el derecho internacional humanitario a todas las partes involucradas en el conflicto..
In pursuing justice and accountability for all victims, it is essential to recognize Israel’s military superiority and the implications this has on current and historic conflict dynamics. - Poniendo fin a los retrasos injustificados por parte del fiscal de la CPI en la investigación y enjuiciamiento de crímenes internacionales cometidos en Palestina.
Durante demasiado tiempo, la ocupación, el apartheid y la impunidad estructural han asegurado que las víctimas no disfruten de su derecho a la justicia. Ha llegado el momento de que la comunidad internacional actúe con valentía para lograr la rendición de cuentas y abordar las causas fundamentales que están provocando violaciones consistentes y repetidas del derecho internacional en la región.
Co-firmado por Impunity Watch
Autor de la foto: Abed Rahim Khatib/dpa